jueves, 15 de febrero de 2007

Una gran verdad

La fiaca no es en realidad fiaca. Esa pereza es una forma de salvarse de un obstáculo, de algo que no queremos enfrentar. No nos decimos: no quiero o no puedo hacer eso, nos decimos no tengo ganas, tengo fiaca, dejame de joder. La fiaca es una coartada salvadora para no meternos en zonas que nos traerían problemas. Muchas veces, si comenzamos a hacer lo que tanta fiaca nos daba, resultamos entusiasmados y metidos en el asunto. Suele pasar que el temor sobredimensiona el obstáculo.

de Alejandro Rozitchner

Ya tengo mucha fiaca de seguir con esto.

No hay comentarios.: